sábado, 22 de enero de 2011

CEREBRO Y GESTIÓN DE PROYECTOS

He quitado el Dixit Dominus de Häendel y me he puesto Un Requien Alemán de Brahms con Elisaberth Schwarkopf y Fisher-Dieskau... a saber qué sale de la reflexión de hoy. Estáis avisados.

Me invita un amigo chileno a reflexionar sobre neuromanagement y gestión de proyectos. Él es especialista en gestión de proyectos y le gusta el tema del cerebro. Lo celebro. Así que hilvano las primeras ideas.

¿Qué aporta la dominancia de cerebro izquierdo a la gestión de proyectos? Entiendo que la parte dura: los cálculos, los plazos, la exactitud, el seguimiento, la planificación, el debe ser...

¿Qué aporta la dominancia de cerebro derecho? La colaboración, las ideas creativas, la gestión de la comunicación y los conflictos...

Distintas perspectivas y complementarias, algo necesario.

Todo proyecto (como casi todo en la vida) tiene cuatro etapas: inicio, recorrido, finalización y venta. El hemisferio derecho aporta más intensidad en el inicio y la venta. El hemisferio izquierdo tiene más protagonismo en el recorrido y la finalización. Parece una estructura lógica al tipo de pensamiento que tiene cada hemisferio.

Estas son las primeras ideas. Habrá que seguir trabajando para enviar algo más completo a Chile.

Besos y abrazos.

miércoles, 5 de enero de 2011

EN BUSCA DEL NEUROLÍDER

Estoy leyendo el último libro de Tom Peters, "Las Pequeñas Grandes Cosas" (editorial Deusto). Después de algunos libros flojos (es una opinión) ha vuelto con fuerza. Sus últimos libros apenas eran esquemas un poco desarrollados. Pero eran unos esquemas excelentes. A este último le pasa algo parecido. No desarrolla mucho los puntos (y aún así son 537 páginas) pero qué bien desarrollados y qué sugerentes son.
Uno de los temas que me ha sugerido es el del liderazgo desde el punto de vista del cerebro: cómo sería un "neurolíder" (no es que la palabra sea muy feliz).
Aquí van las primeras reflexiones sobre el tema.
Tiene en cuenta las diferencias cerebrales de sus interlocutores (y la dominancia propia, claro). En sus relaciones es consciente de esas diferencias y las emplea para hacerse entender mejor. Le gusta el reto de entenderse incluso cuando existe la incomprensión mutua. 
Cuida el cerebro de sus colaboradores.  No les genera un estrés que les mantiene activada la parte límbica del cerebro y elimina la cortical. Sabe que el miedo no es bueno para el cerebro. Confía en las intuiciones de sus colaboradores. Sabe que la parte no racional del cerebro tiene mucha información válida, aunque no sepa como. Facilita la creatividad de su gente desde cualquiera de los dos hemisferios. Utiliza con frecuencia técnicas creativas. Conoce los puntos débiles de sus colaboradores pero les anima a compensarlos profundizando en sus puntos fuertes y habilidades cerebrales. Alimenta el cerebro de sus colaboradores (lecturas distintas, días sabáticos, ver otras partes de la empresa...), les paga por pensar. Disfruta de los cerebros diferentes que le rodean. Es un placer trabajar con un cerebro distinto al suyo, una perspectiva distinta.
Aprender y desaprender. Los cerebros necesitan vaciarse para poder adquirir nuevo conocimiento práctico. Tenemos que asumir que las fases de despiste forman parte del aprendizaje. Desaprender permite aumentar las perspectivas sobre los temas.
Visión cerebral del negocio. Qué visiones cerebrales tenemos de nuestro negocio. ¿Conocemos su parte técnica? ¿ Somos capaces de construir una historia con el producto que vendemos? ¿Entendemos las visiones cerebrales que nuestros clientes tienen de nuestro negocio? ¿Nuestros argumentarios tienen las perspectivas de los dos hemisferios?
Crea entornos de desarrollo cerebral. Además de la parte de desarrollo del management debe tener en cuenta la parte física. los espacios, sillas, gimnasio...
Mejora al profesional, a la persona y el cerebro de sus colaboradores. Todas esas dimensiones de sus colaboradores forman parte del "cuadro de mando" de su liderazgo. Quiere que su gente mejore en esos aspectos. Me llaman la atención la cantidad de casos de Alzheimer que estamos viendo. Seguro que el trabajo tiene algo que ver (además de otros factores, por supuesto).¿ Cómo podemos contribuir desde el trabajo para disminuir la frecuencia de la enfermedad ?  


Estas son las primeras reflexiones sobre el neurolíder. Puede ser un tema interesante.


Besos y abrazos.