viernes, 16 de noviembre de 2012



Es difícil romper la tendencia a pensar linealmente. El libro estupendo de Peter Senge, "La Vª Disciplina" señalaba una forma más completa y sistémica de interpretar los hechos que vemos. Un pensamiento circular que incluyera aquello que transformaba nuestras acciones. Que nos diera retroalimentación sobre lo que sucede. Pero con casi todos los responsables de equipos que trabajo noto que trabajan con un pensamiento lineal. Muchos de ellos parten de la base de que los problemas a los que se enfrentan son únicamente técnicos o racionales. No son conscientes de que los problemas tienen, al menos, dos dimensiones más: política y emocional. Política porque exige un acuerdo o un planteamiento estratégico que tiene en cuenta los intereses de otros grupos. Emocional porque todo problema resuena emociones en las personas que los sufren. Algunas personas dicen que esta faceta es irracional pero el profesor Francisco Rubia ha enseñado que muchos pensamientos no son irracionales, si no "no racionales". Son elaborados sin la intervención de la conciencia y son válidos. 

Es posible que los pensamientos lineal, técnico y estratégico sean hijos del cerebro izquierdo. Quizás el pensamiento circular y emocional sean hijos del cerebro derecho.

Para solucionar bien un problema debemos de buscar las tres perspectivas: técnica, emocional y política. De esta manera nuestras soluciones serán más poderosas y robustas. Una vez más tenemos que abogar por la colaboración de los dos cerebros y no andar "tuertos de perspectiva".

Besos y abrazos

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