lunes, 18 de abril de 2011

INTERNET COMO PRÓTESIS DEL CEREBRO







Os comentaba en la entrada anterior que estaba leyendo el libro de Carr "¿Qué hace internet con nuestras mentes? Superficiales". Me he quedado impactado con la rapidez con la que internet afecta al empleo de distintas partes del cerebro. He leído alguna cosa más. No tengo aquí los apuntes, no podré referir las fuentes pero me parece que algunas de las conclusiones son curiosas.


Roger Bartra es uno de mis escritores de cabecera, le leo escriba lo que escriba y nunca decepciona. Uno de sus libros es "Antropología del Cerebro", ya hemos recomendado su lectura aquí. Él hablaba de la cultura como un exocerebro. Un cerebro exterior. Entiendo que dentro de la cultura, como fabricación humana, no natural, podemos incluir a internet y todos los fenómenos asociados. Él hablaba de internet como una prótesis para el cerebro.


Los estudios demuestran que bastan unas cinco horas de entrenamiento, una al  día, para que personas sin experiencia en el uso de los videojuegos desarrollen el uso de las mismas áreas cerebrales que los expertos. Cinco horas, una por cada día y se modifica el empleo de determinadas áreas. 


El empleo de internet tiene sus consecuencias negativas; básicamente la falta de concentración y de memoria. Los textos en papel se recuerdan mejor que los textos leídos en pantalla. Los textos con hipervínculos dificultan recordar lo leído y dónde lo leí. Los estudios realizados lo demuestran. Ni experiencia con la tesis es que los textos que imprimía los recordaba y analizaba mejor que los leídos en pantalla. 


La lectura en internet tiene sus ventajas. Se hace una lectura rápida, dos segundos por página. Se toman decisiones rápidas: sigo leyendo o no. Así que la colocación de los temas en las páginas web y textos de internet parece clave para la toma de decisiones. Por eso Google tiene un diseño tan sobrio en sus páginas.


De todo lo anterior obtengo dos conclusiones: lo virtual está tomando mucha importancia sobre lo real y dos la prótesis puede debilitar el órgano y dificultarle funciones.
Dos ejemplos propios, con disculpas.
Un alumno de una escuela de negocios en la que doy clases me invitó vía red social a sumarme a su red de contactos. Le rechacé y le escribí un correo pidiéndole perdón. A los pocos días nos encontramos en la Escuela y me dijo que lo entendía, que no ofendiera y que pensaba que era un tema de la edad. ¿Cuántas veces hemos tomado un café tú y yo cuando nos nos vemos todas las semanas?, le pregunté. Él se echó a reír y decía: "ninguna". 
La otra anécdota significativa fue una vez que tuve una pierna vendada y, en parte, escayolada. Cuando me retiraron las vendas los gemelos estaban caídos y me dolía mucho al andar. Fui a un fisio que me martirizó durante unas sesiones hasta que la pierna volvió a tener tono. Creo que con internet pasa lo mismo. Si lo uso para recordar cualquier dato, es posible que mi memoria se resienta.


Habrá que ver hacia dónde evolucionan los circuitos del cerebro.
Buenas vacaciones de Semana Santa.


Besos y abrazos.