martes, 30 de diciembre de 2014


Tendré que mejorar mi "inteligencia informática" si quiero mantener el blog en activo.

Dando noticias mías os diré que 2014 no va a ser el año de mi doctorado. Entregué una primera versión de la tesis y me han pedido algunas modificaciones, por decirlo piadosamente. Así que en ellas estoy.

Por otra parte sigo leyendo sobre el cerebro y buscarle su conexión con el liderazgo y la gestión. Este año he de confesar que me he tragado algunos libros que no me gustaron nada. Tengo por costumbre no hablar mal de ningún libro que leo por dos razones. Una es  el esfuerzo de escribir un libro para que un lector listillo te lo desmonte y, segundo, no es la primera vez que releo un libro que no me gustó y que en la segunda lectura me encanta.
El libro con el que más he disfrutado este año ha sido "El Arte y la Ciencia de no Hacer Nada" de Andrew Smart. Recomendado por mi buen amigo Paco Grande, excelente lector y mejor persona. Como meditador siempre me ha sorprendido las ideas que se me ocurren durante y, sobre todo, después de una sesión de meditación. Además, eso de no hacer nada se me da más o menos bien. Este libro está dedicado a la llamada red neuronal por defecto. La que se activa cuando estamos sin hacer nada o en cierto estado de "suspensión mental". Seguro que sabéis a qué me refiero. Según el autor esa red es clave para que las ideas pasen del no consciente (límbico) al consciente (cortical). El libro está escrito por un científico norteamericano con formación en Suecia. Se lee muy bien, aunque en un par de capítulos hay que releer o ir despacio para entender en profundidad lo que nos cuenta.
En las empresas que conozco están todo el día ocupados, sin espacio para la reflexión, ni siquiera cuando creen que están pensando- No activan su red neuronal por defecto, solo el piloto automático y la amígdala. Deberían existir espacios para no hacer nada porque con los horarios de nuestras empresas no queda tiempo para nada.
En fin, en este penúltimo día del año 2014 os deseo mecha felicidad para el 2015. Aunque ya no se dice y mira que la expresión tiene lo suyo: Feliz Salida y Entrada de Año. Que vuestros proyectos personales, familiares y profesionales lleguen a buen puerto.
Besos y abrazos