martes, 31 de mayo de 2016

PENSAR EL PENSAR Y LOS PENSARES 1


¿Qué es lo que me lleva a pensar sobre el pensar? Tengo varias respuestas y todas ciertas e incompletas. También he diseñado e impartido un curso que se llama "Pensar Mejor", así que vengo muy influido por su contenido. Me preocupa lo poco y mal que se piensa en las organizaciones o en algunos colectivos que se entregan a "lo que dice la máquina o estaba en internet", entre los que hay muchos jóvenes y también muchos expertos. Pero también me preocupa, lo comenté de pasada en una de las entradas, que el tiempo de lectura no me deje tiempo para pensar. Siempre puedo correr el riesgo de "inventar la rueda", pero no quiero que mi pensamiento desaparezca de mi producción. También creo que he comentado la cantidad de libros que tienen el "síndrome de Google"; citas y más citas sin una aportación de la opinión del autor. Creo que he leído algunos experimentos, al menos, en cinco libros distintos. No me importa si es para hacer una nueva aportación, pero si es para quedarse en mismo sitio me molesta mucho.
Así que de estas preocupaciones viene la pregunta: "¿Cómo estamos pensando?" No sólo cómo piensa el cerebro, si no cuáles son nuestros hábitos de pensamiento. Cuando pregunto a algún ejecutivo cuánto tiempo invierte al día pensando, no sabe qué contestar. Alguno me dice que es capaz de hacer cosas  y tomar decisiones. "Soy multi task". Y trato de evitar poner la cara de "eso no te lo crees ni tú", pero no lo consigo del todo.
Existen métodos para pensar y lograr mejores resultados que los actuales (ya sé que no es difícil) y de ellos hablaremos en la siguiente entrada. Para terminar quería señalar algunos enemigos del pensamiento. Creo que el peor de ellos es tener prisa. Con prisas pensamos peor, ponemos "el piloto automático" y a confiar en que no pase nada especial que nos sorprenda. Las prisas son nefastas para mirar alrededor y ayudar a los otros. Así también perjudican el trabajo y el pensamiento en grupo. En este blog se ha hablado de los sesgos que nos provocan errores de percepción y, casi seguro de juicio. Y "por supuesto" las suposiciones que nos impiden cuestionar lo obvio, que es un "sitio" muy interesante de visitar cuando estamos pensando. La falta de sueño también tiene consecuencias nefastas sobre el pensamiento.
Para acabar con un poco de humor recuerdo muchas veces un profesor de matemáticas que tuvieron mis hijos y que con una frase "cervantina" les decía: "Don Pensé que y don Creí que son hijos de don Tonte que". Pues eso.

Besos y abrazos

sábado, 7 de mayo de 2016

CEREBRO E INCERTIDUMBRE

Crisis e incertidumbre son dos de las palabras que aparecen con mayor frecuencia en las charlas de gestión de empresas y otras organizaciones. Es un entorno tranquilizador porque a cualquier afirmación que hagas puedes añadir: "o no". Que para eso está la incertidumbre. En fin, bromas aparte habrá que tener la seguridad de que utilizamos la misma definición de incertidumbre, recurramos a nuestra querida RAE: "falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud".
¿Cómo se presenta en las empresas y los profesionales el problema de la incertidumbre? Creo que se concreta en situaciones del tipo: no sé qué pasa o puede pasar; no sé cuál es el siguiente paso; no conozco los efectos de mi paso... Lo de antes no funciona o lo hace de manera diferente.
Supongo que el cerebro derecho se enfrenta a la incertidumbre:
  • Con menos desconcierto que el izquierdo
  • Es creativo, así que podrá improvisar y responder más deprisa
  • Es más abstracto y se mueve mejor en coordenadas de futuro
  • Comunica, construye en la interacción con los demás
  • Gestiona las contradicciones
Creo que el cerebro derecho está mejor dotado que el izquierdo para enfrentarse a la incertidumbre. Todo cerebro aporta su visión y creo que la oportunidad del izquierdo es encontrar puntos de referencia en medio de la incertidumbre.
El cerebro izquierdo ante la incertidumbre:
  • No hay procesos, no se conoce el paso siguiente
  • Pone hitos que, al menos temporalmente, pueden servir de referencia
  • Sigue aplicando la tecnología
  • El control y la sensación del mismo disminuyen mucho
Debemos reivindicar el papel de ambos cerebros ante situaciones tan complejas como las que producen incertidumbre. Es el lóbulo frontal izquierdo el que trata de controlar los sentimientos y respuestas inadecuadas ante situaciones complejas. Me temo que en los próximos años va a tener mucho trabajo.
Besos y abrazos