lunes, 14 de julio de 2008

VACACIONES PARA EL CEREBRO

Perdón por el retraso, necesitaba unas pequeñas vacaciones. No todo va a ser cerebro.
Dos hechos:
Ayer pintaba unas sillas de hierro, un tanto antiguas. Con mucho churrito y un tanto enrevesadas. Estuve cinco horas pintando. Acabé con dolor de cuello y de rodillas. Eso sí, yo muy zen "conzentrado" en las sillas y en la pintura. Resultado: sillas pintadas, rodillas bueno, pero una rigidez molesta en el cuello. Falta de costumbre de trabajo manual.
Esta mañana a las seis y cuarto estaba en la terraza, contemplando un pequeño olivar. Meditando. Concentrado en la respiración. Atendiendo a mi dolor de cuello para que dejara de incordiar. Cuando un pensamiento me vino a la cabeza: "esto sí que son vacaciones y no lo de ayer". Pero el excéptico que llevo fuera me dijo lo de siempre: "¿Estás seguro?"
Así que seguí meditando un poco y luego reflexioné:¿Cómo demonios se dan vacaciones al cerebro?
Supongo que haciendo cosas distintas a lo de siempre o lo de siempre de otra manera. Resumiendo, en mi caso, meditar no es dar vacaciones al cerebro y pintar sillas, por ejemplo, sí.
así que este verano vamos a hacer vacaciones cerebrales y haremos cosas distintas, en mi caso algo que le guste al hemisferio izquierdo.
En fin, no quiero ni pensar en la agujetas.
Nos seguimos leyendo.
Abrazos y buenas vacaciones cerebrales.

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