lunes, 21 de diciembre de 2009

MEMORIA DE TRABAJO

Mi cliente está preocupado por la falta de memoria que hay en su empresa... Y hace bien, todo parece conspirar contra la memoria. Las personas, las unidades de trabajo, los departamentos y las empresas parecen tener falta de memoria. Si se habla de las "learning organizations", deberíamos hablar de las "no memory organizations" (o como se diga). Empresas que olvidan y que tampoco aprenden. Qué papel juega la memoria en las empresas es algo difícil de concretar. Tener memoria no debería significar que nada cambia. Ser fiel a la memoria no debe significar repetir el pasado, si no aprender del pasado. Lo que ayer fue nuevo hoy es antiguo.

Las personas con una memoria excelente se vuelven resentidas. Es decir, son capaces de volver a sentir un enfado (o una alegría, supongo). Eso les hace difícil perdonar.

Pero la memoria no se lleva bien con los datos inesperados. Los datos que sorprenden suelen ir a para a la memoria a corto plazo. Por lo que una mejora inesperada de un colaborador se atribuye a algo ajeno a la persona y se deshecha. Deberíamos desconfiar más de la memoria "natural" y selectiva y tratar de reforzar la memoria con el exocerebro de Roger Baltra y apoyarnos más en escritos y documentos que, a su vez, repercutirán en la memoria. Todos los meses debería llevar una ficha de mis colaboradores con seguimientos y hechos significativos. Las evaluciones de desempeño serían más justas y menos previsibles.

Todo parece conspirar contra el fortalecimiento de la memoria: las prisas. los móviles, internet, los buscadores, los GPS... para qué queremos tener memoria.

Si las empresas compraran cursos de ejercicios de cerebro (y deberían hacerlo ya mismo) los ejercicios de memoria ocuparían un puesto clave.

Besos y abrazos

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