sábado, 7 de mayo de 2016

CEREBRO E INCERTIDUMBRE

Crisis e incertidumbre son dos de las palabras que aparecen con mayor frecuencia en las charlas de gestión de empresas y otras organizaciones. Es un entorno tranquilizador porque a cualquier afirmación que hagas puedes añadir: "o no". Que para eso está la incertidumbre. En fin, bromas aparte habrá que tener la seguridad de que utilizamos la misma definición de incertidumbre, recurramos a nuestra querida RAE: "falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud".
¿Cómo se presenta en las empresas y los profesionales el problema de la incertidumbre? Creo que se concreta en situaciones del tipo: no sé qué pasa o puede pasar; no sé cuál es el siguiente paso; no conozco los efectos de mi paso... Lo de antes no funciona o lo hace de manera diferente.
Supongo que el cerebro derecho se enfrenta a la incertidumbre:
  • Con menos desconcierto que el izquierdo
  • Es creativo, así que podrá improvisar y responder más deprisa
  • Es más abstracto y se mueve mejor en coordenadas de futuro
  • Comunica, construye en la interacción con los demás
  • Gestiona las contradicciones
Creo que el cerebro derecho está mejor dotado que el izquierdo para enfrentarse a la incertidumbre. Todo cerebro aporta su visión y creo que la oportunidad del izquierdo es encontrar puntos de referencia en medio de la incertidumbre.
El cerebro izquierdo ante la incertidumbre:
  • No hay procesos, no se conoce el paso siguiente
  • Pone hitos que, al menos temporalmente, pueden servir de referencia
  • Sigue aplicando la tecnología
  • El control y la sensación del mismo disminuyen mucho
Debemos reivindicar el papel de ambos cerebros ante situaciones tan complejas como las que producen incertidumbre. Es el lóbulo frontal izquierdo el que trata de controlar los sentimientos y respuestas inadecuadas ante situaciones complejas. Me temo que en los próximos años va a tener mucho trabajo.
Besos y abrazos

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