miércoles, 15 de octubre de 2008

EL CEREBRO DEL LÍDER

Esta mañana charlando con un grupo de alumnos querían hablar del cerebro del líder. No se desvanece la idea de que existe "el líder". Ante mi resistencia a hablar de semejante tema insistían: "¿cómo son los líderes que nacen, en qué se distingue su cerebro?" El mismo cerebro que el último de los homo sapiens.
Al final les comenté que todo el liderazgo está en revisión. Cada vez es más raro encontrar personas que mandan sobre grandes grupos. Además los grupos son heterogéneos y, cada vez, más autónomos. El cerebro del líder debe ser capaz de practicar el autoconocimiento y eso, en principio, lo puede hacer cualquier cerebro sano. Cualquier persona tiene la capacidad cerebral para ser líder. Pero es un tema que me entristece mucho. En el fondo seguimos creyendo que los líderes tienen un cerebro especial, un secreto especial. Y si piensas en los dictadores, o en algunos políticos que ejercen la presidencia de algunos países o comunidades autónomas, más bien parece que se distinguen por su falta de compasión y de empatía.
El líder es aquel que influye pensando en el desarrollo del influido. Cualquier persona emplea su cerebro para lograrlo. Los estilos son lo de menos, la empatía es clave. Si, como señala Goleman en su espléndido libro "Inteligencia Social", existe un circuito cerebral especializado en la empatía, el cerebro de los líderes debería tener esa parte desgastada de tanto usarla. Pero no creo en la especificidad cerebral de los líderes. De hecho cada vez creo menos en los grandes líderes.
Si la economía está en crisis también lo está el liderazgo.
Besos y abrazos.
Hasta pronto.

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