miércoles, 9 de enero de 2008

Qué me fascina del cerebro


Lo que me sorprende del cerebro debería situarlo a dos niveles: el fisiológico y el que asusta (por llamarlo de alguna manera).
El fisiológico me sorprende por la manera en la que trabaja. Tiene tres pisos: el reptiano, el límbico y el cortical. Hoy no quiero complicarme la vida así que el reptiliano viene con las "programaciones" que permiten que nuestro cuerpo se mantenga vivo: respiración, corazón, psicomotricidad... El límbico es una parte inconsciente que toma decisiones rápidamente y en el cortical residen nuestras habilidades más avanzadas ¿más humanas?
Me parece mentira que tengamos un órgano tan complejo en la única parte de nuestro cuerpo que tiene exoesqueleto (el cráneo). La velocidad de la parte no racional (no confundir con irracional) es increíble. Seiscientos milisegundos le bastan para tomar una decisión y movilizar el resto del cuerpo y evitar algún desastre. Es el órgano de la supervivencia. Ha mantenido viva a nuestra especie... algo que no pudo hacer el cerebro del tigre dientes de sable (es un ejemplo). Lo que me deja sin aliento es que en esos seiscientos milisegundos no interviene nuestra conciencia... Por decirlo de otra manera, no intervenimos nosotros. Se dice que la variedad de respuestas es muy limitada (ataque, huída y quedarse paralizado) pero parece eficaz. Esa velocidad cerebral nos deja literalmente fuera de juego.
Otro tema importante es el de la complementariedad de los dos hemisferios. Que tiene mucha importancia para el neuromanagement, pero sin hacer de ella un mito. No es que cada hemisferio sea contrario al otro. No debemos exagerar. Goldberg lo ha descrito con una metáfora estupenda: cada hemisferio es una parte de una orquesta. La parte izquierda es más fiel a la partitura, la parte derecha tiene un punto de jazz, le gustan las variaciones... sin pasarse. Pero la dominancia hace que nos inclinemos más por la utilización de un hemisferio u otro. Esto es clave para la forma de mandar, delegar, presentar resultados o cualquier otro dato relacionado con el management.
Ése es el nivel del neuromanagement: cómo la fisiología del cerebro influye en la gestión.
El último libro de Daniel Goleman "La Inteligencia Social" trata de estos temas, sobre todo en la primera parte. Lo encontráis en la editorial Kairós.
Pero os he hablado de otro nivel del que, lo confieso, no hablo en mis conferencias porque no quiero que crean que me he vuelto loco. Me refiero a la forma en la que el cerebro interpreta su entorno. Planteado de otra manera. ¿Sabemos qué aspecto tiene la realidad física que nos rodea? No pongas esa cara. Sabemos que es una representación porque algunas personas con lesiones en la misma parte del cerebro dicen ver lo mismo... pero no es lo que vemos nosotros. Uno de los aspectos es el color. Parece que el color es una invención de nuestro cerebro. ¿Qué ven otras especies con otros tipos de ojos?
Si quieres introducirte en este otro nivel del cerbro lee "Un Antropólogo en Marte" de Oliver Sacks. Lo tienes en la editorial Anagrama. Abstenerse enfermos imaginarios porque pueden ponerse malos.

No hay comentarios: